Comienza en una esquina de barrio, como tantas otras: once pibes con imaginación deciden constituir un club deportivo.Una casa en alquiler en lo que entonces eran los aledaños de la ciudad, se convierte en el baluarte de esa idea. El acta se formaliza en una hoja de un modesto cuaderno escolar. Después, el fervor empuja a estos muchachos y recorren el barrio solicitando una pequeña contribución del vecindario para la adquisición de equipos y pelota
Después la ambición de progreso. En la calle Emilio Mitre al 700, se instala la cancha de básquetbol y los vecinos acuden haciéndolo popular. Un día debe dejar el local y se instala en una casa de Puán y Laferrere. El club sigue creciendo aunque nada hay seguro. Nuevamente contemplan los socios con amargura y desaliento, que la bandera de remate ondea en el terreno de la sede. En la calle Miró-su actual y orgullosa sed- existía un terreno cubierto de maleza y cascote. Sobre ella se alzó una edificación precaria de madera.. Después, el sueño del local propio con la ayuda del vecindario que no quiere ver desaparición. Finalmente, en 1956, el club tiene su propio terreno, en el que surge la actual cancha de básquet.
La marcha se hace evolución. A partir de 1962 se edifican baños y vestuarios, se mejora la cancha de bochas, se comienza la etapa de una secretaría, la biblioteca y una sala para juegos sociales. Se planea la continuación de las obras para dotar a la institución de un salón de actos
De los once muchachos que iniciaron la marcha, se sumaron muchos más. El Club sintió una necesidad de cumplir una labor social y popular. Hoy son cientos los chicos que acuden a nuestra humilde institución para realizar prácticas de deportes y vivir en una gran familia. El origen fue humilde, creado por pibes humildes y para todos los niños en las generaciones venideras.
Entramos en una nueva etapa de desarrollo vigoroso, Bienvenidos a todos aquellos que compartan nuestro proyecto y quieran sentirse parte de esta orgullosa institución